Grillos

Clases de grillos

Según las necesidades de nuestras mascotas, el tamaño que coman, nuestros gustos, tamaño del grillo de adulto, ventajas y desventajas de cada grillo, optaremos por una especie u otra.

Ordenados por tamaño:

-Grillo bimaculatus o grillo negro.

Mal llamado campestris.Es el grillo de mayor tamaño.

Presenta dos manchitas amarillas debajo de la cabeza.

Algo más duro y canta bastante alto y contínuo. Como ventaja tiene su gran tamaño y su alta productividad. También que no saltan apenas.

Son de los más canibales entre ellos, sobre todo los machos adultos.

Las hembras suelen ser un poco más grandes y de color más negro.

Grillo bimaculatus, negro con dos manchitas amarillas.

Utilizado sobretodo cuando es grande para reptiles grandes como pogonas adultas, geckos tokays, leachianus, varanos, mamíferos como suricatas, tenrecs, musarañas,etc.

-Grillo assimilis o bicolor.

Llamado así por los dos colores que presenta.

Alcanza un buen tamaño de adulto y es un poco más blando que el bimaculatus, los dos más grandes. También canta bastante alto.

Estos ya saltan más.

Hembras de grillo assimilis desovando.

El grillo más utilizado junto al Acheta.

-Grillo sigilatus, grillo del desierto o grillo rayado.

Necesita temperaturas más elevadas para crecer, lo que puede ser una ventaja si no queremos que crezcan los grillos. Salta bastante, sobretodo cuando son pequeños, lo que llamará más la atención de nuestras mascotas. Tiene un canto más bajo que los demás, pero seguido. Lo único malo su manipulacíon.

Grillo sigilatus o rayado.

Puede ser una buena opción para crias que no comen muy bien.

Junto al Acheta los más blandos.

-Grillo acheta domestica o grillo rubio.

Son los más pequeños de adultos y los más blandos y digestibles.

Salta bastante y es algo nervioso. Cantan bastante.

Muy buena productividad y son los que menos tardan en llegar a dultos en condiciones óptimas. Son los que menos pesan.

Grillo Acheta o rubio.

Recomendado para animales pequeños-medianos o de digestión delicada. Para animales mayores se nos quedarán pequeños.

Mantenimiento

Cuando mantenemos diferentes tipos de reptiles, anfibios, artrópodos y otros animales que consumen diferentes tamaños de grillo puede ser interesante y entretenido criar nuestros propios grillos.

Si vivimos en poblaciones pequeñas, donde no hay tiendas, o nos quedan lejos, puede ser una buena opción tener una reserva de grillos, aparte de ahorrarnos unos euros.

Necesitan más cuidados y limpieza que las cucas, pero si tenemos una buena producción merece la pena, aparte que sabemos lo que comen y los podemos hacer muy nutritivos.

Como siempre depende del tiempo y espacio que podamos o queramos dedicar.

Criar grillos acaba siendo como cuidar otro animal más.

Necesitaremos más tuppers para ir separándolos por tamaños, aparte de que son más agresivos entre ellos y pueden llegar a matarse, sobretodo cuando se van haciendo grandes y cuando les falta comida o espacio. También veremos que se comen a los muertos, por lo que retiraremos los cadáveres lo antes posible.

Tuppers con diferentes tamaños de grillos.

Al contrario que las cucarachas que se agrupan y necesitan menos espacio, los grillos necesitan un contenedor más grande en relación a la cantidad.

Es preferible tener dos tuppers con 500 que uno con 1000.

Una vez que tengamos un tupper amplio preparado con hueveras o tubos de cartón, le ponemos un par de comederos y echamos los grillos.

Pondremos tapa con rejilla, pegada con pegamento caliente, para evitar condensación de humedad y que haya una buena ventilación.

Tapa con rejilla pegada con pegamento caliente.

Recordar que la levadura de cerveza ayuda a mantener las fuerzas a las hembras y aumenta la productividad, tenendo más nacimientos.

Comedero hecho con huevera pequeña.

Podemos ponerle un bebedero con tira de bayeta o aportarles frutas y verduras, retirando los restos con frecuencia para evitar una alta humedad y la aparición de ácaros.

Cría y reproducción

Si gastamos grillos grandes para nuestros animales podemos separar primero los machos, ya que un macho puede fecundar a varias hembras y también nos quitaremos ruidos, sobretodo por las noches.

Esto nos ahorrará tiempo y nos evitará estar seleccionándolos todos los días.

Tupper grande con adultos criando.

Prepararemos los ponedores con cualquier tarrina de plástico que no sea muy blando (tipo ración) o tupper pequeño, relleno de fibra de coco húmeda hasta arriba y cubierto con rejilla fina, mejor de acero y que sea algo dura para poder sujetarla bien y que los grillos no se coman los huevos.

Ponedero para grillos con rejilla.

Si la superficie del recipiente es lisa, podemos poner más rejilla, rodearla con un poco de cinta de carrocero o poner alguna huevera a modo de rampa, para que puedan subir bien los grillos a desovar.

Ponedero de grillos con fácil acceso.

Las hembras adultas enseguida clavarán el ovicaspo y empezarán a poner huevos en el sustrato húmedo.

Hembras clavando el ovicaspo.

Si tenemos una buena cantidad de grillos reproductores cambiaremos los ponederos cada día o dos días, si son pocos podemos dejarlos hasta una semana.

Así evitamos que haya demasiada diferencia entre los nacimientos, exceso de humedad en el tupper y que salgan mohos, ácaros, etc, ya que también defecan encima de los ponederos.

Aunque esto también se puede solucionar echando los nuevos nacimientos de grillo en otro tuper diferente, si queremos tener bien diferenciados los tamaños.

Cuando saquemos el ponedero antiguo, le quitamos la rejilla y limpiamos un poco la superficie, soplando, y pasando un palo o el dedo, para eliminar algunos excrementos que se habrán colado.

Lo meteremos dentro de un tupper pequeño y tapado, pero con algo de ventilación lateral, para mantener la humedad y temperatura.

Recipiente de incubación con el ponedero dentro.

Podemos poner papel de cocina en el fondo para absorver el exceso de humedad y las gotas que caen por condensación para que los grillos no se mueran ahogados.

Detalle del papel de cocina en el fondo.

Un trozo de huevera también nos ayudará y hará que sea más fácil ir sacando los grillos recien nacidos.

Grillos recién nacidos amontonados en huevera.

Una buena temperatura de incubación son los 28º-29º, aunque de 21º a 32º también eclosionarán.

Pasados 10-12 días, según la temperatura empezarán a salir los microgrillos.

Nacen de color blanco casi transparentes, y van tornando rápido a negro, en este caso los bimaculatus y assimilis.

Iremos sacando los microgrillos a otro tupper nuevo para evitar posibles ahogamientos y para mantenerlos del mismo tamaño, si nos interesa.

Juntando grillos de mismo tamaño.

La primera vez ponemos el tupper de cria en uno más grande y echamos en un lado todos los que haya por el fondo del tupper de incubación.

Grillos que quedan en el fondo sin papel.

Las siguientes veces sacaremos a otro mini tupper el ponedero y vaciaremos el fondo en el tupper de crecimiento.

Siempre quedan microgrillos sobre el sustrato, que saltarán al manipular el tupper.

Así conseguimos que no se nos escapen.

Sacando grillos con cuidado.

Si queremos que luego los grillos sean lo más parecido de tamaño, el cuarto o quinto día pondremos los nuevos grillos en otro tupper diferente. Sobretodo en verano o si los tenemos con calor. Si son pocos los nacimientos mejor esperar una semana por tema espacio.

Esto si criamos una buena cantidad de ellos, con mínimo 2 ponederos, por ejemplo con 500 grillos adultos.

Recogiendo grillos de dos ponederos.



El tupper para mantener los mini grillos tendrá algunos trozos de hueveras, comida fina y sobretodo algo que les aporte humedad. Mejor usar verduras tipo zanahoria o lechuga que también les aportará vitaminas y nutrientes.
Otra opción, o como complemento es usar gel de agua o un algodón empapado en agua.

Juntar tuppers para evitar fugas al pasarlos.

Al principio lo mejor para engordar los microgrillos es usar levadura de cerveza en escamas bien fina, pienso de perros o gatos bien molido también, salvado de trigo fino, pienso fino para engorde de pollitos, harinillas, etc.

Detalle de la levadura y pienso molido.

Podemos usar cualquier otro alimento, pero estos son los que más van a engordar, sobretodo al principio.

Microgrillos y levadura.

Los microgrillos suelen estar dando vueltas por el tupper, así que aprovecharemos los laterales y esquinas para poner comida y gel de agua.

Esquina llena de grillos.

El gel de agua lo pondremos en tapones de leche por ejemplo. Mejor si por fuera no son lisos, para que los grillos puedan subir por todas partes. Sino, pondremos las hueveras al lado para que tengan fácil acceso.

Gel de agua en una esquina.

Luego sólo nos queda ir engordándolos y cambiándolos de contenedor cuando veamos que está sucio y/o tiene humedad por los restos o los cadáveres.

Al principio, cuando los grillos son pequeños es un poco más difícil su limpieza por el tamaño, y tendremos que dedicar más tiempo a cambiarlos de recipiente, ya que se esconden entre las mudas y restos de comida.

Según van creciendo los grillos esta tarea será más rápida.
Iremos viendo que cada vez comen más y que el tuper se ensucia antes.

Grillos algo crecidos.

En verano, en un par de meses llegarán a adultos.

Grillos con un tamaño ya medianos.

Todas las fotos han sido sacadas de los grillos que mantenemos o hemos mantenido.